Este año en abril hubo un
incidente aéreo comparable. Un vuelo de Southwestern sufrió una rotura
incontenida de una de sus turbinas. Se llama así cuando la rotura atraviesa la
cobertura externa de la turbina y pedazos de chatarra salen al exterior
atravesando el carenado y no por la salida de gases donde salen cuando la
rotura es "contenida". Las partes expulsadas perforaron una
ventanilla, produjeron la descompresión de la cabina y en el proceso casi
expulsa a una pasajera que fue sujeta por otros dos pasajeros sentados al lado,
ambas femeninas, una de 13 años. Esto probablemente recuerden porque salió en
algunos medios, ya que esa persona finalmente falleció de sus heridas
convirtiéndose en la primera víctima fatal de un vuelo comercial desde 2009 en
EE.UU.
La cosa pasó y se escabulló
de los titulares. El piloto no pasó a la fama a pesar de tener un avión dañado,
descomprimido y con un solo motor. La rotura del motor produjo un violento
desbalanceo que inclinó al avión 41°, muy sobrepasado de una inclinación normal
de maniobra. La piloto, con una calma notable, recuperó el avión a pesar de
tener una turbina en llamas, activó los mecanismos de extinción de incendio
apagando lo que podía convertirse en una falla catastrófica, descendió el
aparato hasta los 11000 pies (volaba a 34000) para que el pasaje pueda seguir
respirando ya que las máscaras de oxígeno solo tienen para 10 a 15 minutos.
Siguió a esa altura sin descender más porque la torre de control le informó que
tenía tráfico de pequeño porte más abajo y 22 minutos después del incidente ya
estaba el avión en tierra y todos, salvo la víctima fatal, sobrevivieron. La
piloto en cuestión, Tammie Jo Shultz, fue piloto de combate en el ejército.
Jamás la dejaron entrar en acción por su condición de mujer. Y pasó a la
aviación civil.
Llegué a ver un programa
español donde invitaron a un "especialista", un piloto ya muy
veterano que descalificó de "mito" la actuación de la piloto diciendo
que toda la maniobra y el aterrizaje lo hizo el co piloto, muy masculino él. Conclusión
que saca por el hecho de que era ella quien se comunicaba permanentemente con la
torre de control de Filadelfia, el aeropuerto más cercano donde dirigió al avión
siniestrado. La formación del viejo piloto le enseñó que "piloto que habla por radio no maneja" y en su experiencia eso lo más natural del mundo. Y aparentemente una piloto mujer le suena antinatural, deduzco. Lo real es que ella, Tammie, decidió tomar control del
avión y de las comunicaciones a la vez para que su co piloto pudiera consultar el manual
de procedimientos ante todas las fallas que presentaba el avión. Y que además se
dedicara a estar en contacto permanente con las únicas 3 asistentes a
bordo que estaban atendiendo a los heridos (entre 9 y 10) y al
pandemonio que significa una violenta despresurización del avión. Al avión lo controló exclusivamente esta mujer. La ignorancia y la
misoginia del especialista español lo llevó a propalar sus prejuicios por la
tv abierta. Este es mi tributo a esta mujer cuya destreza y serenidad logró
poner a salvo a este avión severamente dañado y que hasta donde yo sé muy pocos
medios destacaron la actuación de la piloto y su condición de mujer.
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