La película está dirigida al público norteamericano, y no al medio sino al que tiene un cierto conocimiento de la historia de USA, o interés en conocerla. Lo que la hará trascendente a la película seguramente serán las actuaciones. Daniel Day-Lewis hace un papel exquisito, demostrando el casi ilimitado rango de personificaciones que es capaz. Nada más disímil que el lisiado de Mi Pie Izquierdo con el Último de los Mohicanos, el rebelde irlandés de En el Nombre del Padre o el neoclásico seductor de La Edad de la Inocencia, por solo nombrar algunos.
Su rol en la película es muy sutil, bien lograda y de un parecido físico notable con el presidente real que fue don Abraham. Mérito del casting en elegir a Day-Lewis para el rol de Lincoln y mérito del casting en encontrar el personaje histórico que pueda hacer de Tommy Lee Jones. Así es, TLJ me gusta pero siempre hace de él, y nadie mejor para hacer de él que el controvertido y pintoresco representante de Pennsylvania Thaddeus Stevens, un ferviente luchador por la abolición de la esclavitud que corre a Lincoln por izquierda. Carismático y de gran influencia entre sus pares, este político pasó a conocerse popularmente como el “Dictador de la Cámara Baja” y su personalidad y físico le vinieron como anillo al dedo al Tommy, para su lucimiento. La película se centra en la desesperación de Lincoln por aprobar la 13va enmienda de la Constitución que garantizaría por sobre las leyes estatales la libertad para los 4 millones de negros que vivían por entonces en USA y su descendencia. Casi toda la película transcurre en este breve período de enero de 1865, 3 meses antes de su muerte. Para los amantes del cine creo que es muy recomendable. La recreación de los ambientes y una Casa Blanca por dentro casi lúgubre, con iluminación a vela y gas que da un ambiente realista y muy acorde a la época. Sally Field haciendo de la primera dama conflictuada por la pérdida de sus hijos, algunos notables actores entre la muchedumbre y los méritos mencionados hacen que esta obra de Spielberg me guste particularmente. Pero repito, yo soy un aficionado a la historia, y de esta época en particular. Los amantes de la acción y efectos especiales abstenerse. A pesar del trailer, la película no muestra mucho de la guerra civil, pero la pocas escenas muestran lo magistralmente capaz que es este director en lograrlas. Se ve mucha de las maniobras políticas muy conocidas hoy para lograr las mayorías especiales que una cámara exige en estas situaciones, mostrando al "honesto Abe" al límite de la legalidad. La economía del sur prolongó en la historia este paso que los países de nuestra querida y tercermundista Latinoamérica adoptaron más de 50 años antes, para nuestro orgullo.
