Luis O. Corvalán
San Pedro, Junio de 2023
Tuve la suerte de crecer escuchando
excelente música. Realmente excelente. Y esto gracias a mi padre y a mis
hermanas, unos años mayores que yo. Cada vez menos, hoy son casi de mi edad. Y
me consta que la música que escuchaba de muy joven era la mejor que esa época
podía ofrecer. Porque esos artistas, nóveles en ese momento, son hoy los
grandes exponenetes que definen ese período y posteriores.
Ya de pibe, entre los 8 o 11 años,
me impactaron un par de temas compuestos por muchachos de 20 y picos donde miraban
su presente desde una hipotética nostalgia sentida desde una vejez aún no
vivida. Uno de esos temas es el clásico Yesterday, de Paul McCartney, donde
rememora con mucha nostalgia y cierta crítica sus años de juventud, desde una
madurez inexistente en ese momento.
Pero hoy voy a hablar del otro Paul
que marcó mi vida musical, y rebalsó algunas lecciones hacia el resto de mis
vivencias: Paul Simon. Y sí, aunque esta nota la vengo postergando desde hace
años, el artículo de hoy de Rodrigo Fresán en la contratapa de P/12 me decidió
a terminarla.
El tema de futuro-retrospectiva que
me impactó de muy jovencito fue "Old Friends/Bookends". Y lo pongo
así porque esos dos temas son interpretados sin solución de continuidad, son
armónicamente iguales y la temática es única. Es más, en Old Friends se
menciona la analogía de los "bookends" (sujetalibros), ausente en el
tema de ese nombre propiamente dicho. Yo a esa edad dominaba con bastante
maestría el inglés, y las líricas de Simon me impresionaban tanto o más que su
manera de tocar la guitarra acústica. Y eso que ese estilo de tocar me
condicionó mi manera de tocar hasta hoy. Nunca dominé los buenos rasguidos, tan
prácticos para el folclore argentino, y me especialicé en el
"fingerpicking", término que aprendí muchos años después de haberlo
adoptado naturalmente gracias a mi obsesivo estudio de los temas de PS.
Yo me
imaginaba, hablo de fines de los 60 cuando descubrí este tema, llegar a la
vejez sintiendo exactamente eso que el tema describe. Su letra me impactó
completa, pero más que nada la última estrofa con que termina: "conserva
tus recuerdos, son lo único que te queda". Esa frase, la original en
inglés "preserve your memories, they're all that's left you" me marcó
la vida. Me volví un obsesivo en recordar mi vida, mis vivencias, mis
aprendizajes. Y las insinuaciones sobre este tema, aunque sean muy
tangenciales, siempre me provocan emociones diversas. Platón atribuye a
Sócrates la sintética definición: "El saber es acordarse". Y el
concepto opuesto, el olvido, lo relaciono con la tragedia de perder lo ya
vivido, con todo el valor que ello significa:
"Mamá sabe bien
"Perdí una batalla
"Quiero regresar
"Solo a besarla
"No está mal ser mi dueño, otra vez…
Esta letra de Cerati la escuché luego
de su muerte. Me conmovió hasta las lágrimas. Eso de perder la posibilidad de
ser, la frustración de la propia finitud. Los temas dejados pendientes y la
imposibilidad de rectificarlos.
Gieco escribe varias alusiones a ésto
en su magestuosa "5 Siglos Igual"
"Desamor desencuentro
"Perdón y olvido…
"Muerte contra la vida
"Gloria de un pueblo desaparecido
"Es comienzo, es final
"Leyenda perdida
"Cinco siglos igual
El olvido es lo que me aterroriza.
Pasar por la vida y no dejar nada. Pero como mínimo, vivir sabiendo que valió
la pena. Me propuse muy joven analizar cada paso tomado, no dejarme sorprender
a una edad sin saber qué hice para llegar ahí, o sentir que los años se
escurrieron entre los dedos sin haberlos vivido con la intensidad y sentido
suficiente. Creo haberlo logrado, al menos estoy en paz con lo realizado hasta
aquí.
Volviendo a la frase
de Simon, eso que me impresionó a los 11 años y me imaginaba viviendo
exactamente eso en mi vejez. Y hoy la estoy viviendo, y es tal cual. Paul Simon
es hoy un anciano, luchando contra limitaciones físicas, pero siempre
sorprendiendo con material nuevo, producido e influenciado ahora por la
pandemia (para esto recomiendo la nota de Fresán). Pero para mí, su influencia
más gravitante fueron sus letras tempranas. Y en particular este tema:
conservemos nuestros recuerdos, es lo que nos queda, es la preservación de
nuestros afectos, nuestras vivencias y aprendizajes. Es la certificación que
debemos llevar encima, la que nos garantiza haber vivido con cierto grado de
plenitud. A los más jóvenes, les recomiendo como ejercicio. A mí me dio
resultado.
Para cerrar, las
comparto mi edición de una versión muy íntima del tema, solo con Garfunkel y
guitarra, sin las cuerdas de la versión de estudio. Con los subtítulos para que
se entienda.