CAPITULO 1
Los
primeros inmigrantes. Los Puritanos, Roger Williams y Anne Hutchinson.
Para la gran mayoría de los alumnos
de escuelas primarias de Estados Unidos -hacemos la excepción de los alumnos de
Virginia y quizás de Delaware-, la historia de los primeros asentamientos europeos
en la actual geografía del país empieza en la bahía de Massachusetts. Ahí llegaron
los primeros peregrinos "en busca de libertad", en particular,
buscando libertad para practicar su fe ya que en Inglaterra estaban siendo perseguidos
por un Estado que imponía una religión oficial. Y este relato es asimilado por
los jóvenes alumnos, entre los que yo circunstancialmente me incluía, allá por
la década del 60 del siglo pasado.
Pero en esta nueva colonia en
territorio americano no había libertad de fe, tal como la entendemos hoy y se
quiere hacer creer mediante estas enseñanzas. Los nuevos poblados formados por
los asentamientos de Plymouth, Salem y Boston, fundados entre 1620 y 1630, fueron
los primeros asentamientos permanentes que se consolidaron en esta región. Y a
fin de ilustrar nuestro relato, solo mencionaré que ya desde 1607 existía la
ciudad de Jamestown, en Virginia, mucho más al sur, fundada con fines puramente
económicos. Ahí se buscaba tierras para cultivar y para actividades extractivas con
el fin de comercializarlas en Europa. Y este asentamiento es el verdadero
origen de la historia de Estados Unidos pero motivado por razones menos románticas
y por eso sólo forma parte de la curricula en las escuelas de ese estado -Virginia-
y muy poco más.
Volviendo a la región de Nueva
Inglaterra, donde se ubica nuestra historia de los peregrinos: para entender lo
que ahí pasa en términos de fe, debemos retroceder en la historia un poco más
de un siglo. Y aquí me propongo resumir a lo carnicero los tumultuosos eventos
del siglo XVI en Europa. Algo de esto mencioné en la Introducción de este libro
cuando hice la comparación de los procesos colonizadores españoles y
portugueses con los del norte de Europa, principalmente ingleses y holandeses.
Pero aquí intentaré un muy breve repaso de lo ocurrido con las peripecias de la
fe de forma cronológica.
En 1516 se produce la gran reforma
luterana y surgen los protestantes, que rompen con Roma y el Papa. Los
protestantes, veremos más adelante, no se convierten en una sola religión sino
en muchas y diversas que serán temas a tratar en este estudio, pero no ahora. Enrique
VIII, rey de Inglaterra desde 1509, ante los movimientos reformistas que rápidamente
crecen en Europa, se declara partidario del Papa y mantiene el catolicismo como
religión oficial en su reino. De su primer estratégico matrimonio con Catalina
de Aragón, hija del poderoso Carlos V de España y luego de muchos intentos
frustrados, tiene una única hija y para colmo mujer: María. Desesperado por un
hijo varón, decide pedir al Papa Clemente VII la anulación de su matrimonio. El
Papa no le concede su deseo y entonces rompe con Roma y funda su propia religión:
la Religión Anglicana (Church of England). Esta ruptura se produce entre 1532 y
1534, luego de un proceso parlamentario. Destaco que las diferencias con Roma
eran principalmente personales, pero también económicas y políticas. Enrique no
tenía conflictos de doctrina, así que la nueva iglesia no tenía diferencias
dogmáticas con el catolicismo y por lo tanto no se consideraba protestante.
Este reforma logra su cometido: se
anula su matrimonio con Catalina y se casa con Ana Bolena, hermana de la
asistente de Catalina, María Bolena, que había sido amante de Enrique por años.
Ana tampoco le puede dar un hijo varón, solo una hija llamada Isabel. Degollada
Ana por infiel, se casa con Jane Seymour que sí logra darle un hijo varón:
Eduardo. Pero lamentablemente fallece durante el parto. Aquí terminaremos la
historia de los casamientos de Enrique y nos concentraremos en los hijos: María,
Isabel y Eduardo.
A la muerte de Enrique, lo sucede su
hijo varón Eduardo, que se convertirá en el rey Eduardo VI. Asume en 1547 con
apenas 9 años y fallecerá en 1553, plena adolescencia. Durante su reinado, una
regencia debida a su inmadurez, se vuelca la iglesia anglicana hacia el
protestantismo, abrazando las ideas de la Reforma. Pero su temprana muerte pone
en el trono a María, la hija de Catalina y nieta de Carlos V de España que
realiza un cambio radical regresando al catolicismo, intentando revertir por
completo la ruptura de Enrique. Esto genera mucha resistencia en sectores de la
nobleza y terratenientes ingleses que se beneficiaron de la ruptura con Roma
adquiriendo grandes extensiones de tierras que pertenecían a las parroquias católicas.
Pero el reinado de María sería más breve aún que la de su medio hermano
Eduardo, muriendo en 1558. La sucede Isabel, que se convertiría en Isabel de
Tudor, o Isabel I. Ella sí tuvo un reinado largo de 44 años en las que nunca se
casó, adquiriendo el nombre de la "reina virgen". Ella estableció un
acuerdo (settlement) respecto de la iglesia anglicana que promediaba los
distintos puntos de vista, incorporando ideas reformistas con costumbres católicas
y algunas pinceladas originales al dogma de la religión oficial. Y aquí empezamos
a retornar a nuestra historia original.
Sectores de la comunidad que se
consideraban fieles a la iglesia de Inglaterra estaban en desacuerdo con alguno
de los cambios introducidos por Isabel y pretendían un dogma más
"puro" dentro del anglicanismo. Estos grupos que se llamaron
"puritanos" pasaron a ser molestos para las autoridades y en
consecuencia fueron perseguidos. Y entonces, para 1608, deciden trasladarse a
Holanda, donde existía plena libertad de fe y tolerancia.
Paralelamente a este movimiento habían
surgido otras ideas. Entre ellas un sacerdote anglicano llamado John Smyth
(1554-1612) que también entra en conflicto con la Iglesia Anglicana, pero lejos
de querer purificarla, la considera corrupta e insalvable. Así que rompe con
ella y también se traslada a Holanda unos años antes que los puritanos,
aproximadamente en 1604. Ahí funda lo que hoy conocemos como la Iglesia Bautista,
que se convertiría en la principal vertiente protestante del mundo y segunda
congregación en número de los Estados Unidos actuales, solo superada por los
católicos.
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El Mayflower arribando a Plymouth en 1620 con 105 inmigrantes y 30 marineros |
Los puritanos de Holanda gozaban de
total libertad. Tanto es así que era demasiada libertad para sus gustos. Para
1620 sus hijos ya hablaban holandés, se habían integrado a la sociedad y
empezaban a adoptar ideas distintas a la de sus padres. Y en ese contexto se
produce la decisión de dejar Holanda y trasladar su comunidad al nuevo
continente. Se produce el regenteo del barco Mayflower y toda la saga de la
llegada a lo que hoy es Massachusetts. Y entre esos primeros contingentes
llegaron tanto puritanos, que se consideraban una interna de la Iglesia
Anglicana pero fieles a ella, y grupos de separatistas, entre ellos muchos
seguidores de Smyth, los bautistas.
Para 1630 llega a la colonia John
Winthrop, un sacerdote, escritor, intelectual y dirigente político que se
establece en Boston. Y es un entusiasta promotor de la llegada de grandes
contingentes de inmigrantes y finalmente es elegido en 1634 Gobernador de la
Colonia de la Bahía de Massachusetts. Él acuña el término "City on a
Hill" -la cuidad de la colina- que pasó a ser parte de la liturgia yankee
y usado por muchos políticos, en tiempos recientes Reagan y Mit Romney, y que
significa que Boston es el faro que todos miran y que de su éxito saldrá el
nuevo orden mundial basado en valores distintos a la opresión y desigualdad
reinante en el viejo continente. Y para los cánones actuales, su concepto de
comunidad por sobre el individuo puede sonar atractivo para el progresismo,
pero no es tan así en este caso. La comunidad a la que se refiere Winthrop es
una comunidad religiosa. Él impone el puritanismo como aglutinante de su
proyecto comunitario y es el individuo el que se tiene que adaptar a estos
patrones y paradigmas. Nada de libertad religiosa. Y en ese contexto presente
durante sus 12 años como gobernador, entra en conflicto con los separatistas,
los libre pensadores y todo crítico de los rígidos códigos puritanos.
Roger
Williams: (1602-1683)
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Roger Williams |
En 1631 llega a Boston un sacerdote bautista
llamado Roger Williams. Formado en Cambridge, un erudito bien preparado,
primero se hizo puritano pero al tiempo rompe con la iglesia oficial y sigue
las enseñanzas bautistas de John Smyth. Mencionemos que la característica
sobresaliente de este movimiento protestante es el bautismo de adultos
creyentes. Los bautistas no practican ni creen en el bautismo de infantes, tan
popular entre el catolicismo y otras vertientes protestantes. Sólo bautizan a
los convencidos de creer en lo que se embarcan al bautizarse.
A Williams se le ofrece hacerse
cargo de la Iglesia de Boston, cuyo titular había regresado a Inglaterra. Pero
no acepta el cargo al no ser una iglesia separatista. La iglesia de la vecina
ciudad pesquera de Salem le ofrece también el cargo de titular de su iglesia pero es tan grande la
presión de las autoridades de Boston que retiran el ofrecimiento. Finalmente,
el pueblo de Plymouth, al sur de Boston y el primer asentamiento con la llegada
del Mayflower, le ofrece el cargo, habiendo ahí muchos separatistas junto con
los puritanos. Pero esto dura hasta que Winthrop asume como gobernador y
comienza a oficializar la persecución de disidentes.
Ante esta situación, Williams es
expulsado de la colonia y se traslada al sur, hasta el hoy estado de Rhode
Island donde funda una plantación llamada Providence, hoy convertida en la
ciudad capital del estado. Y lo hace en nombre de la total libertad de fe,
libertad de conciencia como él la llama. Además, no cree en las concesiones
reales que provienen de Inglaterra. El rey no puede disponer y entregar tierras
que tienen dueños legítimos. Así que establece un trato cordial con los
nativos, les compra la tierra que ocupará y en ningún caso los convierte al
cristianismo. También fue el primer abolicionista en esas tierras: prohíbe la
esclavitud y libera a los esclavos traídos en barcos españoles y portugueses
dentro de su zona de influencia. Un adelantado a su época.
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Williams arribando a Rhode Island |
Williams funda en Rhode Island la
Primera Iglesia Bautista. Y si bien hoy cada comunidad tiene su Primera Iglesia
Bautista, la fundada por Williams era literalmente la primera en hoy los
Estados Unidos. Las congregaciones bautistas son autónomas entre ellas. No hay
un poder central ni el equivalente a un Papa. Cada parroquia tiene sus
sacerdotes y su diácono, hoy algunos se llaman obispos, pero no responden a una
autoridad central. Y la comunión con Dios es una experiencia individual. Williams
creía que las iglesias de su época estaban perdidas, se habían apartado del
camino correcto y que Jesús iba a llegar en algún momento a poner las cosas en orden.
Y que previo a su llegada iba a mandar mensajeros que irían señalando el
camino. Esta visión sería aprovechada 200 años después para que aventureros
como John Smith y muchos otros del siglo XIX reclamen tener el auténtico
mensaje de salvación, tema que profundizaremos en detalle en capítulos
venideros.
Anne
Hutchinson: (1591-1643)
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Anne Hutchinson |
Este personaje notable había nacido
en Inglaterra y recibido una muy buena formación a pesar de su condición de
mujer. Hija de un clérigo anglicano de apellido Marbury, que era además maestro
de escuela, tuvo en su padre un instructor de fuste. Se hizo puritana y se casó
con un amigo del pueblo, William Hutchinson. En 1633 la pareja se traslada al
nuevo puerto de Boston, en América. Ahí se establecen y ella se dedica a la
profesión de partera. Muy apreciada por las vecinas, comienza a comentar los
sermones dominicales con sus amigas y luego a promover el estudio de la Biblia
en su casa. Pronto se transforma en una persona influyente en la comunidad. Y
al poco tiempo entra en conflicto con las autoridades de la iglesia, donde no
ven con buenos ojos que una mujer enseñe o interprete la Biblia y promueva su
estudio por fuera de la iglesia formal. Esta discriminación no era solo un
capricho de las autoridades de esa época, sino una instrucción clara de la
Biblia: "Porque
no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar
en silencio".
Ahora, Hutchinson tenía fuertes
influencias calvinistas. Y los calvinistas creían en dos conceptos
fundamentales: la predestinación y los electos. La salvación en el juicio final
corresponderá a unos pocos electos y esto está predestinado desde el inicio de
los tiempos. Por lo tanto, uno no se salva por las buenas acciones y su desempeño
en la vida, sino que ya está predeterminado a la salvación. Y,
contradictoriamente, los calvinistas pasaron a ser los más estrictos
cumplidores de la fe y las normas, en, supongo, algún intento de demostrar a
sus pares que ellos son los elegidos. Y estos conceptos entraron en colisión
con las enseñanzas de las autoridades religiosas de las colonias que estaban
enseñando que la salvación era resultado del trabajo. Había que cumplir con una
serie de acciones y tareas muy específicas para alcanzar la salvación. Ahora,
Anne (with a "e"), siguiendo el rígido dogma calvinista, creía en la
"free grace" o gracia libre, donde uno ya está salvado desde antes de
nacer y nada de lo que uno haga en esta vida alterará esa condición. No se
requiere ir a misa, ni cumplir con ritos o reglas específicas.
Ahora, la Biblia también habla de "dones
espirituales" concedidos a ciertas personas. Y Anne Hutchinson convenció a
sus seguidores que su "don espiritual" era poder "ver" y
distinguir a los electos. A esos que el destino predeterminó a ser salvados. Y
como ella era un personaje muy carismático y tenía muchos seguidores, este
"don" podía ser muy peligroso para las autoridades de la época. Esta
particular habilidad que ella reclama para sí misma ya fue la gota que rebasó
el vaso: hereje, mujer y encima con una habilidad que pone en riesgo lo
establecido en la colonia. No sea cosa que diga que las autoridades religiosas
no están entre los elegidos y por lo tanto no hay que llevarles el apunte.
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Juicio a Anne Hutchinson Noviembre 1637 |
Su desafío al status quo le significó
un juicio civil en noviembre de 1637. Encontrada culpable, se le ordena detención
domiciliaria, pero no en su propia casa sino en un lugar designado, y dándole
un plazo, cuando pase el invierno, para abandonar la colonia. Este proceso
judicial es todo una novela en sí mismo y algún día me gustaría comentar específicamente
sobre eso. El 15 de marzo del año siguiente, luego de 4 meses detenida, arranca
el juicio canónico en la iglesia de Boston. Para entonces, su marido y todos
los hijos menos uno ya se habían trasladado a Providence, el santuario de
tolerancia fundado por Roger Williams, para preparar su llegada. El único
miembro de la familia que quedó a acompañarla durante este juicio fue su hijo
mayor Eduardo con toda su familia, mujer, hijos y cuñado.
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Piedra partida ubicada en la que fue la propiedad de Anne Hutchinson, hoy en pleno Manhattan |
Su expulsión de Boston fue
acompañada por un grupo de cerca de 60 seguidores que se establecieron, como
dije, en Rhode Island. Pero unos años después, luego de enviudar, Hutchinson
siente que la creciente colonia de Boston podría llegar a controlar Rhode
Island y decide trasladarse más lejos del alcance de sus persecutores. Se
traslada a la colonia holandesa de Nueva Amsterdam, hoy pleno centro de
Manhattan, donde la enorme piedra partida que distinguía su terreno aun se
puede observar entre las avenidas y rascacielos. Lamentablemente, al poco
tiempo de llegar murió durante un ataque de nativos en 1643. Esa colonia que
abarcaba desde la Virginia al sur hasta el lago Ontario al norte y el río
Connecticut al este era célebre por su tolerancia, diversidad de fe y
diversidad étnica, característica que perdura en la región hasta nuestros días.
Así que la verdadera tolerancia y
libertad religiosa que tanto caracterizó a los Estados Unidos desde su concepción
como colonia hasta nuestros días y que dio lugar al tema de estudio de este
libro, no arranca con los peregrinos llegados a Massachusetts, como simpáticamente
enseña la mayoría de las historias oficiales, sino con los sufridos disidentes
de esos primeros peregrinos, muy poco difundidos entre el público general. Y en
nombre de esa libertad religiosa, las propuestas más absurdas o descabelladas
surgieron justamente en esas tierras prometidas donde cada uno tenía la
libertad de expresarse como quisiera y practicar las creencias de su gusto.
Esto no era algo general, como vimos, sino privilegios modernos que existían en
algunas regiones del nuevo continente, como eran en Europa, y que felizmente se
fueron extendiendo al resto de las colonias inglesas con el tiempo. En el próximo
capítulo vamos a ver otro experimento similar al de Roger Williams pero ahora
en una región mucho más extensa que la diminuta Rhode Island.